¿Hacia dónde vamos?
Somos el sindicato más representativo de los trabajadores estatales. Luego de una contundente ratificación en las urnas del modelo sindical que venimos desarrollando, centrado sobre la independencia político-partidaria de los patrones de turno y la defensa irrestricta de la clase trabajadora, planteamos los ejes fundamentales a defender, direccionados a conquistar condiciones dignas de trabajo, preservar la estabilidad laboral y conseguir incrementos salariales por encima de la inflación.
La clase política en nuestro país ha sucumbido. Está desconectada de las necesidades reales de la población y ha perdido su capacidad para abordar los problemas importantes. Cada vez, se muestra más enajenada de las verdaderas falencias de nuestro pueblo. Claramente, estamos ante una crisis crónica, extensa, sin solución en lo inmediato y con serias consecuencias en el plano de los valores sociales, como en el plano económico.
Observamos con preocupación que, paulatinamente, las propuestas y las acciones de quienes tienen la responsabilidad política de dirigir la provincia y el país, muestran una clara falta de políticas concretas a corto y largo plazo, que aborden las raíces de los problemas estructurales. Además, continúa en franco crecimiento la dificultad para el acceso a la salud, a la vivienda, al trabajo genuino, a una justa jubilación, o a una digna remuneración, que permita cubrir las necesidades alimentarias.
Dentro de este complejo contexto, ATE Mendoza viene padeciendo un proceso de persecución político-judicial contra sus principales dirigentes, con varias imputaciones penales de nuestros referentes sindicales, Roberto Macho y Adriana Iranzo, entre otros, que se suman a una innumerable cantidad de multas impuestas, con el propósito de amordazar y limitar la acción combativa de la Asociación Trabajadores del Estado.
No obstante, el movimiento de trabajadores organizados resulta fundamental para poder pararnos con fuerza frente a la cruda realidad que enfrentamos, junto con el difícil futuro que se avecina.
El 9 de agosto, miles de trabajadores y trabajadoras, a lo largo de toda la provincia de Mendoza, plebiscitaron nuestra conducción, con un contundente triunfo de la lista Verde ANUSATE, con resultados avalados por el Ministerio de Trabajo de la Nación y legitimados por todos los compañeros y compañeras que acudieron a las urnas. Un claro apoyo a los lineamientos gremiales planteados por la conducción de ATE Mendoza, con Roberto Macho y Adriana Iranzo a la cabeza.
Sabemos que existen cientos de delegados y miles de trabajadores que acompañan a ATE Mendoza y a sus dirigentes. Así como del enorme desafío que tenemos por delante y también la memoria, para tener presente que detrás de cada logro, entre los que podemos enumerar el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) en Salud; el reconocimiento de Licenciados en Enfermería como profesionales; pases a planta; nuevos adicionales; proyecto de técnicos; y la representación de nuevos sectores, así como la apertura de distintos espacios como los de enfermería y de salud mental.
La expansión de ATE hacia nuevos afiliados y más sectores, transformándonos en el sindicato con mayor presencia territorial, involucra ser una organización de referencia para todo el conjunto de trabajadores en general. Por eso, tomamos la responsabilidad de generar políticas económicas y sociales, con proyección en políticas de Estado.
Para ello, apelamos a la formación de nuestras bases, de manera continua y sistemática. Así como a la conformación de distintos espacios, como el de Mujeres y el de personas con Discapacidad, entre otros, son necesarios e imprescindibles, ya que de ellos surgen genuinas necesidades y políticas sociales, que buscamos implementar.
La paritaria es una institución esencial, una conquista democrática que los trabajadores hemos ganado en su conjunto tras años de lucha, y como tal, vamos a defenderla con una actitud propensa al diálogo, para alzar la voz de las bases y conseguir mejoras en sus condiciones salariales y laborales. Somos respetuosos de la institucionalidad, como regla básica para la preservación de la democracia. El Estado debe cuidar también estos ámbitos de negociación colectiva, con la relevancia que comprende.
El futuro encontrará a una ATE Mendoza fuerte, consolidada, con unidad de sus bases y una profunda conciencia de clase. Con más organización, compromiso y lucha, alejados de cualquier intromisión partidaria y judicial, enfrentaremos el avance patronal sobre nuestras conquistas, para de manera inclaudicable, luchar por los derechos que aún nos faltan.