ATE destaca el trabajo en los CDR y repudia el cierre de sus oficinas

Repudiamos el brutal desguace del Estado que comienza a ejecutar el presidente Javier Milei. La Mesa de Organismos Nacionales de ATE Mendoza unifica reclamos y alza la voz contra los despidos arbitrarios que amenazan las fuentes laborales de compañeros y compañeras en los Centros de Referencia (CDR) de Mendoza.

La modalidad de contratos laborales que se renuevan cada año es una de las maniobras más habituales con las que el Estado precariza a sus trabajadores. Los Organismos Nacionales mantienen muchas dependencias o delegaciones en las diferentes provincias, para poder articular las variadas tareas que llevan adelante, en muchos aspectos inherentes al desarrollo social y la contención de las facciones más sensibles de la población.

Una de ellas está representada en nuestra provincia por los CDR, creados en el año 2006, para responder a demandas comunitarias y problemáticas sociales muy diversas, en todo el territorio argentino. Dependencias, que cuentan con un compromiso y acompañamiento responsable, por parte de los más de 600 trabajadores administrativos y profesionales, que trabajan desde hace muchos años en la República Argentina.

“Los CDR son las dependencias territoriales, ubicadas en el interior del país, del ex Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, ahora convertido en Secretaría de Niñez, dentro del Ministerio de Capital Humano. Estamos defendiendo nuestros puestos de trabajo. Llevamos entre 6 y 27 años de antigüedad, precarizados con contratos anuales de trabajo. Realizamos tareas de protección de Derechos de la Niñez, protección de derechos. Damos accesibilidad a los derechos de las personas con un abordaje integral y una articulación con organismos provinciales y municipales”, comentó Florencia González, delegada de ATE Mendoza en el Centro de Referencia (CDR) de Mendoza.

A través de un tweet, el día lunes 4 de marzo, los compañeros y compañeras del CDR se enteraron que desde el Gobierno Nacional quieren cerrar 59 espacios en todo el país y despedir a más de 600 trabajadores.

La noticia en redes sociales alertó y generó un gran malestar en las bases del sector, que se concentraron hoy en la sede de nuestro gremio para refutar los argumentos falaces que trascendieron.

En este sentido, Mario Vargas, delegado de ATE Mendoza en el CDR de Mendoza, señaló que “la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello vertió en esta publicación algunas cuestiones que queremos rebatir: no somos la caja negra de la política, ya que no manejamos recursos. Sí, acompañamiento técnico a las poblaciones vulnerables y a las organizaciones sociales. Los funcionarios de turno son los que asignan recursos. Por lo que, resulta falaz acusarnos de manejar un dinero que no tenemos. Por otro lado, ella dice que somos ñoquis, que no trabajamos y que ocupamos un aguantadero político, cuando en realidad somos trabajadores profesionales y formados en cada uno de nuestros temas, que venimos trabajando desde hace mucho tiempo. No por favores políticos, ni amistades de gestión.”

Otra de las falaces razones que argumentaron desde la mencionada cartera nacional, consistió en la convertir las oficinas de los CDR en call centers, donde las personas y familias sean atendidas por un 0800. Cuando en realidad, «nosotros lo que hacemos, precisamente, es llevar accesibilidad de las políticas públicas a la población más vulnerable: niñez; mujeres y disidencias en situación de violencia; micro emprendedores; y personas de la economía informal. Nosotros garantizamos que estos derechos se cumplan en toda la población. Destruir nuestras instituciones va en contra de cada uno de nuestros puestos de trabajo, sino también en contra de los derechos de toda aquella población que tiene que hacer lo posible desde nuestros lugares”, remarcó el representante gremial.

Vale destacar que, la gente pasa por 30 oficinas y se lleva un problema resuelto, recién cuando llega a los CDR. Hablamos de compañeros y compañeras que están territorializados en toda la provincia de Mendoza, trabajando articuladamente con jardines maternales, organizaciones sociales, escuelas y entidades barriales.

Con la misma sintonía, ambos delegados aclararon que “tenemos territorialidad y somos eso. No somos casta, no somos ñoquis. Somos trabajadores que estamos muy preocupados porque nuestros salarios nos sirven de base y sustento para el alimento y vida de nuestras familias”.

 

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