La clase trabajadora mantiene otras necesidades y urgencias

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) impuesto por el presidente de la Nación electo, Javier Milei, lleva consigo la derogación de leyes esenciales, que tardaron años en conquistarse, gracias a la lucha organizada de los pueblos y de los trabajadores en su conjunto.

Dichas leyes permitieron que la clase trabajadora de nuestra provincia y país pudiera salir adelante, con la integración de diferentes normativas y Convenios Colectivos de Trabajo (CCT), que regulan las fuentes laborales, las negociaciones colectivas de salarios y condiciones de trabajo, la cobertura de necesidades sanitarias y un sistema previsional.

No obstante, el mega DNU anunciado por el principal mandatario nacional amenaza con destruir más de 300 leyes, desregulando todo a su paso: economía, salud, educación, jubilaciones y asistencia social, entre otros miles de aspectos relevantes.

Esto amenaza directamente a los sistemas solidarios de un Estado garante de derechos que supimos construir a lo largo de nuestra historia argentina, en cuanto a cuestiones esenciales que son pioneras en toda Latinoamérica.

Vale aclarar que, además de desregular la economía y desguazar el Estado, el DNU introduce un recorte al derecho a huelga y a la estabilidad laboral de todo trabajador. Aspectos que están contemplados por la Constitución Nacional, la ley de asociaciones sindicales y los tratados internacionales.

Al imponer un DNU en forma autoritaria y directa, que va en contra de las distintas leyes, que tanto le costó a nuestro país conseguir en los distintos rubros, Javier Milei incurre en la violación concreta de la capacidad e independencia de los demás poderes que componen al Estado: Judicial y Legislativo.

El DNU se entromete con las distintas mutuales, obras sociales y prepagas, propiciando también una libertad de precios que los ciudadanos tenemos que pagar para poder cubrir los costos de la canasta básica alimentaria.

Sin dudas, vamos a seguir teniendo salarios de miseria. La escalada inflacionaria no se detiene y promete ascender cada vez más, exterminando el poder adquisitivo de la clase trabajadora y condenándola a subsistir, mientras los diferentes grupos de empresarios, amigos del poder, serán beneficiados con la reducción de impuestos y la derogación de leyes que evitaban la precarización laboral.

Dejaran de existir los programas de estadísticas, el control de precios y la promoción industrial.

El nefasto protocolo anti piquetes que promueve la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, profundizará la criminalización de la protesta, que ya supimos padecer y combatir.

Todas las empresas del Estado pasarán a ser sociedades anónimas, para luego ser privatizarlas al mejor postor. Con ello, quieren echar y extinguir todo el empleo estatal.

Como si esto no bastara, el DNU atenta contra los recursos de energía renovable, promueve la mega minería contaminante a cielo abierto y la venta de recursos estatales a capitales extranjeros.

Por todo esto, consideramos que este mega DNU es un concreto avasallamiento a los derechos de los trabajadores y del pueblo argentino en general.

Desde ATE y CTA Autónoma Mendoza declaramos el estado de asamblea y movilización permanente en todos los sectores laborales que nucleamos, en repudio de estas terribles políticas que impone el Gobierno Nacional.

Con más unidad y fuerza, vamos a tener que salir a las calles a defender nuestra Constitución Nacional, adoptando las medidas de acción directa que nuestra asociación sindical y central obrera llevarán adelante.

 

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