¿Qué Mendoza queremos para dentro de 30 años?

Los sindicatos no sólo tienen que plantear las posturas sobre condiciones salariales y laborales de los trabajadores, sino también la incidencia de los obreros estatales y privados en la sociedad.

Los gremios son instituciones creadas para defender los derechos laborales, pensando en el bien de los trabajadores y la población en la que están inmersos. Para ello, se tienen que plantear políticas sociales y económicas de Estado que favorezcan a la clase a obrera y a la comunidad en general, en lo que vendría a ser vivienda, seguridad, educación, salud, entre otros puntos importantes para poder crecer en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y con una visión responsable como mendocinos parte de una Nación.

Tenemos que saber que las políticas económicas deben permitir el crecimiento integral y social en su totalidad. Así, podríamos generar con la economía puestos laborales que permitan darle trabajo a quienes viven en condiciones más vulnerables.

Para ello es fundamental pensar la educación que queremos para nuestros jóvenes, con nuevas carreras relacionadas con las diferentes aristas económicas que vendrán en el futuro. Esto permitirá brindar otras herramientas que sirvan para atender necesidades emergentes.

Recordemos que la nueva normalidad genera otros tipos de trabajos y economías, así como también distintas relaciones entre personal y patronal que deben estar garantizadas por convenios colectivos de trabajo. El hecho de incluir al trabajador como constructor del crecimiento de la empresa, ayudará a mejorar condiciones y relaciones entre ambas partes.

En lo ambiental necesitamos preservar los recursos y bienes comunes del pueblo, como es el agua, políticas que revean los problemas que genera la deforestación, como la importancia del cuidado de los pulmones de la sociedad. En conjunto con los trabajadores debemos comenzar a pensar cómo vamos a hacer para cuidar estas fuentes de oxígeno tan relevantes para salvaguardar la salud de los ciudadanos.

Con respecto a lo social resulta imperioso aprender a convivir e integrar a todo tipo de personas, permitiendo el acceso a oportunidades como el respeto por la igualdad entre las mismas. Asegurar salud, trabajo y educación es prioritario.

Impulsar y fomentar el empoderamiento de las mujeres; mejorar la calidad de vida de los ancianos y la salud recreativa de los niños, sacarlos de la calle y darles oportunidades de estudiar; brindar espacios que integren a las personas con discapacidad; e incluir a las personas trans y LGBT, son tareas que nos debemos como sociedad y que debemos afirmar con políticas de Estado concretas.

El trabajador cumple una función directa y muy importante en esto porque es el eslabón de todo servicio estatal que se brinda a la sociedad. Entre todos debemos cooperar y coordinar esfuerzos para encaminar un notable crecimiento social e integral que genere inclusión, equidad e igualdad.

Queremos ser parte de las discusiones sobre políticas de Estado que se vengan y proyecten, porque somos los encargados de hacer que esas políticas se cumplan, teniendo siempre presente los derechos y la mano de obra del trabajador. Debemos asegurar la existencia de condiciones, herramientas y medios para que esas políticas se desarrollen como tales, alcanzando el bienestar económico, ambiental y social que persiguen.

Adriana Iranzo

Secretaria Adjunta

ATE Mendoza / CTA Autónoma Mendoza

 

 

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